Mi aliciente


Hola corazón, tal vez esta sea la última vez que te escribo. No tienes idea de todas las cosas lindas que me inspiras, de verdad eres luz en mi vida. Nunca quise hacerte daño pequeña, perdóname. Se me hace muy difícil decirte adiós porque por muy tonto que se escuche, ya tenías un lugar en mi corazón.

Espero que todo esto alguna vez llegue a tus manos y sepas que te amé, si, tu cambiaste mi concepto de “te amo” porque antes pensaba que estas dos palabras solo eran para quienes se encontraban unidos; por eso ahora lo utilizo aquí, para ti. Mi único deseo es acariciar tu corazón y decirte lo valiosa que eres porque tu existencia es algo tan hermoso que no se puede explicar con palabras.

Perdón por cortarte las alas, ¿Quién lo diría?... Yo que quería impulsarte a que siguieras con tu vida, dibujarte una sonrisa y verte creyendo en ti, sin embargo, he hecho lo contrario y hasta ahora parece algo irreparable. Jamás quise lastimarte, sigo creyendo que tú, tu voz, tu vida es arte. Eres un reflejo de Cristo y jamás quise juzgarte, yo no sabía el significado de la imagen y me preocupa porque sin intención te señalé a ti, a tu persona.

Has sido mi aliciente, espero puedas sacar ese daño de tu mente y vuelvas a empezar; nunca quise arruinar tus sueños, quiero verte volar alto sin caer, que creas en ti y la llama de tus anhelos nunca deje de arder pues es parte de tu ser, esa esencia mágica que en nadie más podía ver.




Comentarios

  1. Seguramente llegará a ella. Tus palabras son muy profundas y llenas de dolor.
    No dudes que te leerá

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar alguna de las entradas que conforman este blog, espero que te hayan ayudado. Te agradezco por formar parte de esto.

Entradas populares de este blog

La estructura de tu corazón es valiosa

Lo estás haciendo bien

Carta a Dios