Carta para una persona especial

Hoy quiero hablarte otra vez, pues hace días que el brillo de tu mirada no es el mismo, sigues sonriendo, sí, pero sé que hay un vacío. Un vacío al que he intentado llenar con amor, con un yo creo en ti, y realmente es así, pero tal parece que no ha sido suficiente porque el corazón pide a gritos apoyarte para que seas fuerte o, abrazarte para sostenerte y ¡Qué difícil es que estés tan lejos! (Suspiro)
 
Por ello, te hago llegar esta carta, pues estoy consciente de que lloras por dentro, aunque en el exterior no muestres ni una lágrima. Solo déjame recordarte que eres increíble, la chica de corazón invencible, pero, se vale que estés triste. Sí, así te veo, aunque tú no puedas creerlo, yo veo más allá de tus defectos y de las heridas que han hecho sangrar tu pecho, esas que escondes en silencio. 

No estoy aquí para juzgarte, anhelo calmar tus miedos y las sombras de aquellos villanos que hablan a tu interior para debilitar el concepto lindo que tienes de ti y destrozar tus sueños. Sé que eres capaz, pero también entiendo que, a veces, las cosas te salen mal y deseas salir huyendo de las aguas movedizas que sustituyen la paz, por frustración y decepción hacia quien eres, pues, es fácil que caigas en sus redes, empezando a menospreciarte, pensar y sentir que no puedes hacerlo. 

Eso no es cierto, solo es un invento para detenerte de saltar hacia tus sueños, aquellos que hacen latir tu corazón con esperanza de naufragar en medio de un mar abierto, sin importar el riesgo. 

 Debany Guadalupe Pérez Pérez

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