No te rindas

 Pequeña niña: 

He visto que sientes miedo y crees estar envuelta en una oscuridad interminable. Aun cuando no conozco el motivo, quiero acompañarte y prestarte mis ojos, mis manos y mi hombro al encontrarte confundida. Sí, te presto mis ojos para que puedas ver las maravillas que existen en ti, mis manos para guiarte cuando todo parezca nublado, mi hombro para llorar y, cuando necesites descanso. 

Escúchame, quiero decirte que, no te rindas, no significa que debas seguir volando, sino que, me dejes tocar tus partes lastimadas, mientras experimentas la calidez de mi caricia o mi abrazo, y, me permites limpiar aquellas lágrimas que corren por tus mejillas, a causa de la tristeza o temor, al sentirte insuficiente por no poder ver un sueño realizado.. 

No hay nadie como tú. Recuerda que ninguna persona puede ocupar tu espacio y, lo vas a lograr, aunque estés temblando.

Debany Guadalupe Pérez Pérez

Comentarios

Entradas populares de este blog

La estructura de tu corazón es valiosa

Lo estás haciendo bien

Carta a Dios