Ven aquí cuando te sientas culpable

Pequeña princesa: 

Te he visto triste los últimos días, ya que, por ahora, nada parece funcionar y sientes que, en lugar de avanzar, retrocedes cada vez más. Admiro tu fuerza, porque aún en medio de esto, sigues levantándote día tras día para luchar y no pierdes la esperanza en que todo mejorará. Mi tierna guerrera, tu victoria está esperando por ti. Créeme que es así, aunque hoy no logres ver nada. 

Princesa de dulce mirada, acércate a mí, anhelo profundamente abrigarte con amor y verte feliz, sí, como en aquellos días donde nada era gris. Abre el cofre de los recuerdos y heridas ante mí. Te prometo sanarlas o demostrarte que no estás sola, todos los instantes donde los pensamientos no quieran llegar a su fin y te ataquen diciendo que no vas a salir de este estado que te hace llorar en silencio. 

No, no te sientas culpable si hoy no puedes escapar de ello, ya fuiste lo suficientemente fuerte, es por eso que no te es posible hacerlo más. Sé paciente contigo misma y déjate llevar por lo que sientes, te prometo que saldrás de aquí, solo permítete sentir, volverás a sonreír. Yo veo valentía en ti. Una princesa grandiosa, a la que deseo amar y proteger, hasta que sea capaz de seguir. 

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