Ven cuando estés triste por una despedida

 Pequeña princesa: 

Estoy aquí para hablarte al corazón y con él, porque sé de las noches que has estado llorando y pensando en lo que ya no podrá ser, mientras la nostalgia y el afecto se mezclan entre sí, para volverse uno y, quemarte por dentro, al mismo tiempo que sonríes a causa de lo que las alegrías o todo lo lindo que viviste, han hecho en ti, es decir, por el privilegio de tenerlo, aunque la persona con la que se produjo, ya no esté aquí. 

Sé que es difícil dejar ir cuando esa persona ha sido tu primera vez en muchas cosas, porque la huella que queda, es imborrable. También soy consciente de que has pensado que olvidar es la solución, pero no quieres hacerlo, ya que, sientes que sería como decirle adiós a todo lo que hubo entre las (os) dos. Por ello, vengo a recordarte que está bien sentir que el mundo se te derrumba hoy, aunque también anhelo darte esperanza, en que saldrás de ahí.

Sí, vas a poder hacerlo, confía en mí y tómate de mi mano, te ayudaré y acompañaré en el proceso. No estás sola, quiero que puedas refugiarte aquí, al no ver la salida a lo que te ha tocado vivir, para que no te quedes en silencio, o saciar tus ansias de algo eterno cuando tengas esta carta en tus manos y,  apoyarte para retomar tus sueños. 

LO HARÁS Y TE PROMETO ESTAR AQUÍ HASTA QUE PUEDAS VOLVER A VOLAR. 

Debany Guadalupe Pérez Pérez 

Comentarios

Entradas populares de este blog

La estructura de tu corazón es valiosa

Lo estás haciendo bien

Carta a Dios